Patrimonio monumental

Iglesia Parroquial de Santa Librada

Esta iglesia románica data del s.XII, aunque hubo de ser reconstruida en el s.XVI. Consta de una sola nave a la que se adosa la sacristía, y su puerta en forma de arco es de fábrica de sillarejo, característica curiosa por ser muy poco frecuente en esta región. La iglesia presenta una hermosa espadaña orientada al poniente.

 

Ermita de La Magdalena

Esta pequeña ermita se ubica en la parte más alta de la localidad, desde donde se domina todo el casco urbano. Los habitantes de Villares, conocidos como serranos, acuden a esta ermita en Abril para celebrar la romería de La Magdalena.

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Fuente de dos caños Plaza Mayor y Fuente Vieja

Esta bella fuente de 2 caños preside la Plaza de Don Andrés Llorente Llorente, nombrada así en honor al personaje que dotó al pueblo de agua potable en el año 1897. Sus agua cristalinas provienen de un manantial situado en la ladera de la montaña.

 

Antigua Fragua

Constituye un pequeño museo en el que podemos observar la maquinaria de la fragua y decenas de herramientas utilizadas antaño para fabricar las piezas de hierro usadas en los oficios ganaderos y agrícolas.

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Nuestro entorno natural

La singular ubicación de Villares, a los pies de la Sierra del Alto Rey, así como la escasa influencia que la mano del hombre ha ejercido sobre estos parajes, ha permitido que su entorno natural se mantenga en un magnífico estado de conservación.

Villares está regado por el río Bornova, que vierte sus aguas al Henares, y por el rio La Vega, menos caudaloso que el anterior, asó como por numerosos arroyos como el de la Casa, el Regatillo o el de la Ceja. Los limpios ríos y arroyos que surcan la localidad están poblados por una exuberante vegetación de ribera, dominada por fresnos y alisos, así como por valiosas especies de peces.

Los robledales y otros bosques que proliferan en el término de Villares resultan un excelente hábitat para la fauna, siendo abundantes las especies de caza mayor como el corzo o el jabalí. Pese a ser muy difíciles de observar, las huellas y excrementos dejan constancia de que otros muchos mamíferos, como son el zorro, la garduña o el gato montés, habitan aún estos montes en total tranquilidad.

Asimismo, la proximidad de la Sierra del Alto Rey posibilita la presencia de numerosas especies de aves, entre las que destacan por su vistosidad las grandes rapaces. Halcones peregrinos, águilas reales, buitres leonados o alimoches son fáciles de divisar mientras surcan estos parajes en busca de alimento.