Se trata de un pequeño pueblo cargado de historia, en cuyo término quedan aún minas de plata abandonadas, vestigios de lo que fuera una próspera industria ya explotada por los romanos.
Tras pertenecer al Común de la Villa y Tierra de Atienza, pasó a formar parte de la Villa de Jadraque. Durante el s.XV, ilustres personajes de la época como D.Gómez Carillo, cortesano del rey Juan II, el arzobispo D.Alfonso Carrillo de Acuña, y el Gran Cardenal D.Pedro González de Mendoza señorearon estos territorios.
En el s.XVI pasó a poder de los duques del Infantado, quienes lo mantuvieron hasta que se abolieron los señoríos en 1.812.
Su privilegiada situación, retirada de las principales vías de comunicación, ha mantenido a Villares a salvo de la afluencia masiva de viajeros provenientes de las grandes ciudades. Gracias a ello, este pueblo y sus gentes conservan la esencia y las tradiciones serranas, y ofrecen al visitante las enormes ventajas de un pequeño pueblo en el que puede disfrutarse de una gran tranquilidad en un entorno cargado de belleza y de contrastes.
Villares de Jadraque celebra las fiestas de:
- Carnavales
- Día de La Magdalena (Último Sábado de Abril)
- Fiestas Patronales (último fin de semana de Agosto)